viernes, 21 de marzo de 2014

Bolivia, la canción de Drexler

Fuente: pagina siete de Bolivia.

Bolivia, la canción de Drexler

El cantautor uruguayo cuenta cómo y por qué escribió un tema dedicado al país. Comparte la letra en exclusiva.

Bolivia, la canción  de Drexler
Martín Zelaya Sánchez
"Mi familia vivió en Oruro ocho años. Mi bisabuelo murió en Bolivia, mi tío nació ahí... Cuando hace un año fui a tocar a Bolivia por primera vez, lo hice con mucho agradecimiento y mucha emoción”.
Artículo
Drexler hojeaba la revista Historias de Oruro. Drexler se quejaba del cansancio del viaje y la gira, más no de la altura. Drexler recordaba y anhelaba -como si fuera suyo- el Oruro de sus abuelos, de su padre y sus tíos. Drexler miraba el imponente panorama paceño desde el piso 12 de un hotel de Sopocachi, horas antes de su primer recital en este país, en septiembre de 2012.
De Jorge Drexler se sabe, sobre todo que ganó un Premio Oscar por la canción Al otro lado del río de la película Diarios en motocicleta; se sabe que es uno de los mayores representantes de la canción de autor latinoamericana actual; que triunfó en España antes que en Sudamérica, de la mano de Joaquín Sabina, y que ejerció la medicina un par de años antes de dedicarse de lleno a la música.
Poco se sabía, sin embargo, del fuerte lazo que lo une con Bolivia, país que, paradójicamente, pisó recién por primera vez a fines de 2012, y país al que, como agradecimiento, regaló en exclusiva la composición llamada precisamente Bolivia, que formará parte de su disco Bailar en la cueva, que será lanzado a nivel mundial el próximo martes 25.
Hace exactamente 10 días, Drexler nos autorizó vía email a difundir el link http://youtu.be/KzKzhou4Y-E de YouTube en el que se podía (y aún se puede) escuchar la canción en exclusiva para el territorio nacional, desde nuestro blog letrasietebolivia.blogspot.com ¿Pero, cómo se dio todo esto?

Crónica de un encuentro
A aquella ocasión, la primera y hasta ahora la única en que el uruguayo cantó en La Paz, le precedieron dos conversaciones: una vía Skype para promocionar el recital (publicada a modo de entrevista en el suplemento Ideas de Página Siete), y el encuentro en el referido hotel en el que entre preguntas y fotografías  no dejaba de hojear los ejemplares de la publicación que recoge historias y facetas del Oruro que sus abuelos pisaron, como única opción, tras huir de la Alemania nazi de los años 30
Ah… de aquella ocasión quedaron, además, un par de autógrafos en sus CD y su email personal al que hace pocas semanas acudimos con pocas esperanzas de éxito -conocedores de su muy ajetreada agenda- para que nos cuente detalles sobre Bolivia, la canción sobre la que había hablado horas antes desde su cuenta en Twitter.
Y, gran sorpresa, hace algunos días obtuvimos una escueta respuesta, pero respuesta al fin, cargada de una increíble sorpresa: "Estimado Martín, ¿cómo estás? Perdona la demora en responder, pero estos días de salida del disco son muy intensos”.
Foto: JHR.
"(Estaré) encantado de presentar esa canción en Bolivia, así que si me tienes un poco de paciencia, en breve te escribo más extensamente y te respondo. Mando copia a Daniel Mejias, mi agente de prensa para que te dé prioridad… En breve hablamos, por carta o por teléfono y te cuento más acerca de la canción”.
"Intentaré incluso, que podamos estrenar la música ahí también, mandándote la canción. Presentarla desde Bolivia, como te decía, sería para mí lo lógico de una canción de agradecimiento escrita para tu país”.
Y bueno, fue así como horas después Daniel envió el link de YouTube (http://youtu.be/KzKzhou4Y-E) en el que por varios días se pudo escuchar en exclusiva esta canción (luego ya se la difundió en Uruguay por medio de otro diario) sobre la que  el propio Drexler señala en otro email enviado esta vez por intermedio de su agente:
"Entre las canciones de mi nuevo disco, Bailar en la cueva, hay una que no sé si es mi preferida, pero que quiero especialmente por varios motivos: Bolivia. Habla de la salida de Alemania de mi padre de cuatro años y mi abuelo, en 1939, escapando del horror nazi”.
"En enero de ese año todas las cancillerías latinoamericanas decidieron dejar de dar visados por unos meses a los refugiados que intentaban escapar. Todos los países, menos Bolivia, que fue el único país que recibió a mi familia en un acto de valentía y generosidad”.
"Mi familia vivió en Oruro ocho años. Mi bisabuelo murió en Bolivia, mi tío nació ahí... Cuando hace un año fui a tocar a Bolivia por primera vez, lo hice con mucho agradecimiento y mucha emoción”.
"Inmediatamente después escribí la letra de la canción y la terminé de musicalizar en los días que pasé componiendo aislado en la playa de Somo”.

Junto con esta respuesta, Daniel Mejias nos envió las letras de todos los temas del CD -que Drexler aún no lanza. Copiamos a continuación la de Bolivia, tema que según explica el propio cantautor, cuenta con la participación especial de Caetano Veloso:
"Caetano se encontraba presentando su maravilloso disco Abraçaço y fuimos a ver el show. Nos invitó a cenar con él en una noche que no olvidaré y alguien en la cena preguntó: ‘¿Para cuándo una colaboración entre ustedes dos?’”.
"Caetano dijo que le encantaría y yo le dije: ‘¿En serio lo dices?’ ¡Y ahí mismo lo invité! Necesitaba en Bolivia una voz con la expresividad y la autoridad humana y artística que solamente puede dar Caetano Veloso, uno de mis referentes principales y para mí el mejor exponente vivo de la canción iberoamericana”.
Foto: JHR /2014
"Grabó su voz luego, en Río de Janeiro, bajo la supervisión de su hijo Moreno, quien al mandarme la canción me comentó ‘gostei muito da sua cumbia tropicalista’. Creo que eso la define muy bien”.

Bolivia

Europa, 1939.
Todos decían que no en las cancillerías
(años de guerra caliente
varios años antes de la guerra fría).

Todos decían que no,
cuando dijo que sí Bolivia.

Berlín era un nido de ratas.
El paladín de la bravata, gritaba,
llenaba estadios
de un árido erial de desvarío ario,
un árido erial de desvarío ario.

Las puertas se iban cerrando.
El tiempo colgaba de un pelo.
Y aquel niño en los brazos de mis abuelos.

Y el pánico era evidente.
Y todo lo presagiaba:
El miedo ganaba cauce,
abría fauces, vociferaba.
Y entonces llegó del frío,
en pleno glaciar hiriente,
una insólita vertiente de agua tibia:

Todos decían que no,
cuando dijo que sí Bolivia.

Y el péndulo viene y va
y vuelve a venir e irse
y tras alejarse vuelve
y tras volver, se distancia
y cambia la itinerancia
y los barcos van y vienen,
y quienes hoy todo tienen
mañana por todo imploran
y la noria no demora
en invertir los destinos,
en refrescar la memoria.

Y los caminos de ida
en caminos de regreso
se transforman, porque eso:
una puerta giratoria
no más que eso, es la historia.

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