lunes, 4 de julio de 2011

Con la mochila por la vida



Maria Teresa, hace 10 años y medio llega a Suecia con su mochila al hombro, la capital, Estocolmo, le brinda el refugio que ella soñaba. Un alto en el camino que ella comenzó a recorre cuando ya cuando contaba los 10 años de edad. Hoy junto a su esposo vive recordando el pasado y sembrando nuevas perspectivas para el futuro.

María Teresa Carvajal, paceña. Nació en la ciudad de La Paz , en el barrio de San Pedro, “soy ch´ukuta”, pico verde" – manifiesta ella - además e siente también muy yungueña.

Maria esta muy orgullosa de haber nacido en La Paz; - "vivir en la ciudad más alta del mundo es un privilegio" -, agrega colocando la mirada en el firmamento como queriendo descubrir algo.

María describe a la ciudad de La Paz su incomparable topografía con la que cuenta, su gente cosmopolita, el cielo estrellado que pareciera se reflejase en la gran ciudad, con toda ese mar de luces, que hacen, que La Paz viva de noche.

Su relación con la gente del pueblo ha hecho huella en su personalidad. María es una persona comunicativa, ojos pequeños vivaces destella alegría. Y durante 15 años vivió en la zona de Chijini y los alrededores, lo que reforsó su personalidad y confianza para seguir su peregrinaje por la vida.

Su primer viaje es junto a su madre a la República de la Argentina, a la ciudad de Buenos Aires donde permaneció 10 años. La añoranza con Bolivia era una de las causas para su regreso. María toma la mochilla debido a la no existencia de suficientes recursos económicos para trasladarse de ciudad a ciudad. Sorteando los caminos siempre encontraba la razón para estar en su linda La Paz. Esta forma de transporte era audáz y osada, haciendo “dedo” o pagando bajos costos se trasladaba por las rutas de la vida con su mochila al hombro.

Su labor en la capital escandinava.


"La existencia del Taller Experimental Illimani data a mucho tiempo de trabajo, más o menos a 5 años atrás. A un principio el nombre era “Taller de Cultura”, ya el nombre de “Illimani” surge en la fiesta del Bicentenario de La Paz, que fué el 2009",- cuenta María teresa.

"Todo este trabajo junto a los niños, logrando hacer “La Navidad Andina”, completa su relato María – "una labor espontanea, ésta actividad lo hicimos para poder mostrar a la gente y a los niños que nacieron acá y además mostrarles a los compatriotas que se radicaron ya hace mucho tiempo. Queríamos a través de esta forma, nuestra identidad respecto a la Navidad" – continua María, muy emocionada al relatarnos esta rica y nueva experiencia.

Según nuestra entrevistada; “acá la tienen un poco distorcionada, por que sólo piensas que la Navidad sólo consiste en la compra de regalos, pero la escencia está en, el nacimiento de nuestro señor Jesus Cristo y nosotros a través de esto quisimos reavivar ese sentimiento mostrando a todos la navidad andina.

Logramos tener un éxito. Más tarde hicimos otras actividades menores y la más importante fué la actividad del Bicentenario de la La Paz, que fué el 2009. La preparamos con todos los detalles, se trataba del primer grito libertario en Latinoamérica. La embajada boliviana en Suecia estuvo presente con el apoyo moral, la distribución de invitaciones y la información correspondiente. A iniciativa de los miembros de la organisación Taller de Cultura nace el nombre y prolongación de actividades con el de “Taller Experimental Illimani”
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María teresa muy orgullosa de lograr estos avances nos relata sobre el futuro trabajo del taller y consiste en primer lugar hacer una especie de Ballet boliviano en el cual se pretendía mostrar todas las dansas del país, Bolivia, pero era muy dificil por lo que se concretó a la tarea de proyectar cine boliviano en las salas cinematográficas en Suecia y es una parte también cultural que muchas veces no se toma encuenta.

Se lograría hacer un ciclo pequeño de cine boliviano, que aunque hayan sido vistos experimentar con otros que pertenecen a las nuevas generaciones de cineastas bolivianos. El taller logra realizar al mostar un ciclo de 6 películas, con la colaboración de Radio Bolivia de Estocolmo y los locales de la Iglesia Filadelfia, que no nos cobraban por el arriendo de los locales. Hubo bastante aceptación dentro la colonia boliviana y latinoamericana. El gran reto nuestro era traer un director de cine boliviano.

"La embajada estuvo presente, colaborandonos moralmente y nosotros quisimos mostrarle al embajador que el cine es tan importante como bailar u otra actividad cultural". María Teresa cuenta que se escribió un proyecto para comensar con la presentación de películas, que seguramente muchos ya lo vieron. Luego el plan era traer un director, como ya había manifestado anteriormente; cosa que lo logramos. Para mí ha sido una gran satisfacción cuando ya teníamos el pasaje, teníamos la carta de invitación para el director, viajar a Bolivia y entregarle personalmente para que él esté presente acá en Estocolmo y otras ciudades del interior, como Gotemburgo y Malmö. Y se logró en septiembre del año pasado el director Tonchi Antezana llegó, logrando además una gira europea.

JHR: Cual es la experiencia que ustedes han podido recabar con la visita de Tonchi Antezana?
Para nosotros ha sido una experiencia fabulosa por que además de tener la visita de un gran cineasta, hemos aprendido la forma tan precaria que tienen nuestros cineastas de hacer cine. En la película de Tonchi se utilizó materiales muy simples, básicos y al fin se logra una gran película boliviana que ha sido galardonada en varios festivales internacionales.
En los contactos creo que Gotemburgo ha sido una de las ciudades más importantes que ha rescatado ese film y al director también y todos quedaron satisfechos con la charla que se dió dando a conocer el nuevo cine boliviano logrando abrir una puerta más para este tipo de eventos.

JHR: Ud acaba de mostrar otra película boliviana, CRUCES, cual es su impresión al respecto?
Yo he querido participar con todos ustedes, así lo haré con las otras ciudades que visitaré muy pronto. Uno para ver la reacción del público y la verdad que el público de Gotemburgo estuvo muy interesado en la película les gustó.

Cada uno, cuando se hizo la ronda de criterios, expusieron sus impresiones y realmente me sorprendió escuchar esa diversidad de opiniones y rescate de la película y yo retorno a Estocolmo muy satisfecha de haber logrado el objetivo, llegar al público, conversar y que ellos también se sientan satisfechos.

Con esto, espero que pronto siga nuestro proyecto avansando y quiero felicitarlos a todos en general y ojalá esten presentes también en nuestras próximas presentaciones de cine boliviano. A todos y todas mil gracias por el apoyo.