miércoles, 8 de mayo de 2013

Guardianes de la Memoria

Luis Oporto, Director de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional, en la ciudad de La Paz Bolivia.  

Tiene el agrado de invitarles a la presentación y entrega de la obra cumbre de la Archivística Boliviana: Guardianes de la Memoria: Diccionario Biográfico de Archivistas de Bolivia, que en sus 812 entradas, recoge la trayectoria de la archivística boliviana desde el aporte de los archiveros de todas las épocas, desde la era Prehispánica, atravesando la Colonia, la Guerra de la Independencia, la República (siglos XIX, XX y XXI), hasta el presente signado por el Estado Plurinacional.

La visión global e integradora que caracteriza a esta obra, única en su género a nivel mundial, incluye hombres y mujeres, connacionales y extranjeros, trabajadores de archivo, profesionales y docentes universitarios. Asimismo, incluye referencias sobre importantes archivos, acciones de los archivistas, traducidas en congresos, reuniones, asociaciones; y los principales instrumentos programáticos, desde la Declaración Universal de los Archivos hasta la Declaración de Principios del Archivista Boliviano.

La obra física impresa, se entregará a los directores y responsables de archivos y bibliotecas, y a los participantes se les entregará la versión digital (disco compacto) de la obra

JHR: El  miércoles pasado 24 presentó un nuevo trabajo, de tu autoría: Guardianes de la Memoria: Diccionario Biográfico de Archivistas de Bolivia. A qué se refiere y cuáles son los objetivos de este trabajo?

La obra que hemos titulado efectivamente Guardianes de la Memoria: Diccionario Biográfico de Archivista de Bolivia, viene a culminar el esfuerzo en esta otra área del conocimiento. Hemos trabajado desde muy temprano, desde 1980, para construir una historia de la Archivística Boliviana. Obra que felizmente se ha concretizado en una Historia de la Archivística Boliviana que hemos publicado el 2006, obra que se agotó en 6 meses. 

Luego vino Archivística boliviana, un estudio doctrinario, un estudio analítico un estudio de lo que significa el trabajo archivístico desde la perspectiva de la legislación y finalmente una guía práctica para la organización y administrativos. Esas tres fueron las bases  que nos fueron dando los insumos para identificar a los hombres y mujeres que habían desarrollado la Archivística Boliviana. 

De tal manera desde el 2006 fuimos sistematizando esta información y culminó en la publicación de una obra monumental, en este momento podría calificarlo, al margen de la falsa modestia, como una obra cumbre de la Archivística Boliviana, porque debo indicar que no existe a nivel mundial ningún diccionario que se hubiese ocupado de recoger los datos biográficos de sus archivistas; en ese sentido es una obra pionera, no lo tiene España, no lo tiene Argentina y ningún otro país. 

Bolivia está aportando en este sentido con esta iniciativa de tal manera que nos sentimos muy satisfechos de haber culminar ese trabajo que se publica felizmente con el apoyo institucional de la Vice- Presidencia del Estado y la Biblioteca del Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia.

Es una obra voluminosa, tiene  671 páginas, por su volumen está también encuadernado en pasta dura y cosido a mano en pliegos, es una obra que sin duda alguna tiene que perdurar en el tiempo.

En esta obra recogemos nosotros la semblanza de los hombres y mujeres que han aportado a la construcción de la Archivística Boliviana, en todas las épocas, desde la época prehispánica hasta el presente. Nos hemos sentido sumamente emocionados al descubrir los nombres de algunos Tipukamayo, los más célebres tipumayu al servicio del Inca en ese Imperio del Tawantinsuyu, tienen felizmente hoy nombres y apellidos; entre ellos debo mencionar a un viejo y célebre Tipukamayu que se llamaba Katari el Viejo . lo significativo es que Katari el Viejo era nacido y formado en Cochabamba (Bolivia)y por su gran conocimiento es trasladado hasta el Cuzco para servir al Inca.

En la época Colonial hemos identificado aquellos escribanos que han registrado todos los fastos desde la invasión, la Conquista, la Colonización sangrienta y salvaje hasta culminar el año 1825. Tenemos nombres como el de : Pedro de Acevedo, que es el primer escribano que levantó los registros del Acta de Fundación de la ciudad de La Paz y así para Oruro, Santa Cruz, Potosí, Tarija, hemos ido identificando en base de un trabajo de archivo, minuciosamente documentado.

En la época de las sublevaciones indígenas, 1780 – 1781 hemos visto también cómo se preocupaban los grandes líderes de esta insurrección, como Tupac Katari, Bartolina Sisa de documentar sus hechos y para eso tenían a su servicio escribanos que también los hemos identificado. Donde también hemos visto ya hazañas casi al límite de epopeya, es en la Guerra de la Independencia, porque los Archivos estaban a la custodia de los más altos comandantes, no era cualquier funcionario militar sino militares como Solencio Beri. 

En el caso de Simón Bolívar el confió su archivo particular a una gran mujer Manuelita Saens. Ella custodia el archivo particular de Simón Bolívar y el archivo oficial del Ejército Libertador lo custodia el Coronel Florencio Olevi ; es curioso, es interesante pero está lleno de anécdotas, por ejemplo cuando perdió una batalla el Comandante Oleri tuvo que salvar la vida y lamentablemente como saldo de esa batalla se capturaron sus archivos; cuando pasó la Guerra de la Independencia y se consolidaron ya la repúblicas, ya viejo, ya de una edad muy avanzada Oleri le escribe al Comandante español que dice: “Querido Gral. Ud. me venció en esa batalla y se llevó consigo mi Archivo, ya no estamos en guerra, ese archivo ya no le sirve a su país, para nosotros es muy valioso, le pido que nos devuelva”. Noble gesto de este Gral., realista le devuelve todo el  archivo que ha custodiado, que ha recopilado y ha guardado con su vida Oleri, está felizmente  publicado en 28 tomos, una copia de esos tomos  tenemos aquí  en la Biblioteca de la Asamblea legislativa Plurinacional.

En la época ya Republicana vemos facetas totalmente desconocidas de presidentes que se han volcado con toda  su energía a preservar los documentos. Los ejemplos son numerosos, pero quien se puede imaginar a Narciso Campero como archivero indagando en los archivos de Sevilla los Títulos Coloniales de Bolivia; similar papel ha jugado Aniceto Arce. 

El presidente Sucre personalmente recorría las instalaciones del Archivo del Estado en los inicios de la República para ver que estén en perfecto orden. Uno de los primeros Decretos supremos que emitió Sucre fue de nombrar a los primeros archiveros en funciones en el Poder Ejecutivo igualmente a él se debe el Decreto Supremo que establece desde esa época el número de Cite que rige hasta ahora para ordenar la correspondencia institucional .

Así tenemos figuras sobre todo tenemos también en este diccionario a la base social del activismo, nuestra obra es incluyente. No solo se dedica a las grandes personalidades como Gabriel René Moreno, Gunnar Mendosa, Alberto Crespo, Mario Chacón Torres, Armando Alba, Hernando Sanabria Fernández, Guillermo Ovando Sanz están identificados  con sus semblanzas sino también a hombres y mujeres  que jamás han escrito una página, que no tienen obra impresa que lo único que han hecho es gastar su vida en los archivos; esos hombre, esas mujeres también están en nuestro diccionario archivístico, en nuestro diccionario biográfico.

A la par de estos gigantes por ejemplo quien llegó a Bolivia en la época del 60, nada menos que Theodore  Schellenberg el padre de la archivística moderna. ¿Qué hacía Theodore Schellenberg en Bolivia en 1960? Y ademá ¿A qué ciudad se atrevió a viajar? Él viajo hasta Potosí, ¿Cuál era su propósito? Era seducir a Gunnar mendosa para que lo acompañe en una gran hazaña: Convocar a la primera reunión de Archivos, que se hizo efectivamente el año 1961 en Washington, donde se sentaron las bases para el desarrollo Archivístico Iberoamericano. Pero así junto a estos gigantes están estos hombres y mujeres, que son de carne y hueso invisivilisados, ignorados, vilipendiados por esta biografía.

Para entrar a la historia, por lo menos entrar en la historia boliviana, creo que es general esto, hay que ser un héroe, hay que ser muy grande, hay que escribir 20 libros aún así quizás no te registren, hay que formar parte de la élite, hay que formar parte de esa oligarquía, hay que servir a esa oligarquía, hay que “llunquearnos” con esa oligarquía, sino no entras a la historia, pero en nuestro diccionario, un archivero que nunca ha ido a la universidad pero que ha custodiado un archivo durante toda su vida está en nuestro diccionario, lo mismo está un joven recién titulado en la universidad está trabajando en los archivos, junto a los profesionales, está en nuestro archivo, aquellos de cuero y corbata  a esos que tienen obra impresa, libros publicados , que gozan del sabor político. 

Las mujeres forman parte del 5 % de las 812 entradas es decir hemos logrado inscribir a 42 mujeres en nuestro Diccionario Archivístico Boliviano.

Estamos satisfechos por este trabajo, querido José, hemos convocado a los archiveros de todo el país (Bolivia), a los estudiantes a quienes vamos a obsequiar este libro para que lo utilicen en su formación, a cada uno de ellos les vamos a entregar en disco compacto. Se va entregar a las bibliotecas, a los archivos, a las instituciones porque una obra tan cara lamentablemente no tiene más que 500 ejemplares de edición. 

Vamos a enviar a los archivos de Bolivia y del mundo para que puedan conocer los antecedentes  en nuestra archivística y puedan emular también  el ejemplo de todos esos archiveros hombres y mujeres que nos están antecediendo.

Debo indicar también que hemos registrado aquellos que se han ocupado de destruir nuestro archivos en algunos casos la destrucción  ha sido total, también están identificados esos individuos y debo indicar también que hay una breve referencia de 42 archivos importantes de Bolivia y además tenemos las declaraciones universales de los Archivos por ejemplo: Declaración Universal de los Archivos de la UNESCO, la Declaración de Principios de la Archivista Boliviana, el Código de Ética, tenemos la Carta Iberoamericana, la Carta Interamericana, todo eso va guiar a una sólida formación de nuestros archiveros. 

Créeme que cuando se han enterado por las Redes Sociales la presentación de este diccionario a causado mucho asombro a nivel mundial, porque no tienen, como te dije más atrás, no tienen una obra semejante. 

Nos sentimos muy honrados, orgullosos de poner esta obra a consideración de nuestra comunidad; vendrán luego otros investigadores a nutrir con otros datos, seguramente no están todos los que deberían estar aquí pero está abierta, el desafía está abierto para que vengan otros a completar la obra.

Muchísimas gracias por esta oportunidad  y felicitaciones por esa obra realizan, dándoles voz a los compatriotas en esas tierras tan lejanas, en esas tierras frías pero con un corazón muy grande, te felicito nuevamente y gracias por difundir la existencia de esta obrar, que es una obra que enorgullece al país (Bolivia).