ALBOR y el teatro contestatario
ALBOR: Willy Flores en los locales de Salvador Allende/ Radio 19 de abril (Hammarkullen- Gotemburgo- Suecia) 2018.
En fecha de fines de abril el teatro juvenil ALBOR de la
ciudad del Alto, La Paz – Bolivia comenzó su torneo. Presentaciones coordinadas
con diferentes asociaciones bolivianas radicadas en el exterior. 10 actuaciones
en diferentes ciudades de Suecia. En ésta ocasión incluía también Europa. Uno
de los objetivos es poder retomar contacto con otras organizaciones del género.
Un trabajo que comienza con la fundación, un
17 de septiembre de 1997.
ALBOR. conversando con Magali Escobar.
La organización ”Grupo Bolivia” de la ciudad de Gotemburgo
es una de las que tomó la iniciativa
de lograr el gran objetivo de tener
presente a éste gran elenco teatral. Muy a pesar del corto tiempo, creo, que se
ha logrado haber satisfecho las expectativas tanto del público asistente (alrededor
de unas 70 personas) y del elenco propio.
"Bolivia Gruppen": Lucia Gonzales, Patricia Martinez. (Blå Stället 2018)
La Casa Azul (Blå Stället: en sueco) ha sido la casa de
haber tenido el honor de recibirlos y poder disfrutar de la obra intitulada: ”BOLIVIA
DIEZ” Liberación pudo conversar con todos sus integrantes. 5 jóvenes,
los mejores, de acuerdo a informaciones.
Willy Flores , director del Centro ALBOR y es también
integrante de ALBOR Arte y Cultura. Un grupo de jóvenes insurgentes. Willy
define ALBOR como ”la luz del alba”, ”el nuevo amanecer”, ”el comienzo de una
cosa” y justamente esa palabra identifica éste movimiento literario, teatral,
artístico y político que ha nacido el año 97 justamente en la ciudad de El Alto
a 4050 metros sobre el nivel del mar. Desde esa fecha nosotros nos encontramos
trabajando de manera inenterrumpida y militantemente.”
”ALBOR ha sido fundada con el propósito de integrar a niños
y jóvenes al arte poético, al arte teatral para que de esta manera y utilizando
este medio o esta herramienta, que es el arte, podamos formar nuevos oradores,
nuevos líderes, nuevos defensores de los derechos fundamentales que tiene cada
ser humano al nacer. Es un movimiento juvenil artístico que promueve el cambio social
y para ellos todo éste tiempo hemos utilizado el arte poético, nuestros
festivales, el arte teatral en nuestras obras y festivales donde hemos estado trabajando
con el tema de la historia, el tema de los derechos; denunciando a través de
nuestras obras, sensibilizando con nuestras obras a miles de niños y jóvenes y
también capacitándolos en estos artes. Nuestro trabajo no pone barreras
económicas.”; nos puntualizó con mucho orgullo y firmeza.
”ALBOR, en la actualidad esta formada entre 150 a 200
jóvenes, considerados socios, entre activos y pasivos, y algunos honorarios
llegamos hacer unos 300 miembros; de los cuales tenemos 20 facilitadores,
educadores populares, Ellos trabajan con el tema del teatro y la poesía. Ellos
visitan diferentes barrios, van a formar a colegios, escuelas o centros
educativos.”
”ALBOR realiza actividades socio- culturales en eso esta el
hecho de hacer el Festival Nacional de declamación Jiwasamphi Sartañani (Juntos
nos levantaremos), en el cual participan 10 mil jóvenes en todo el país.
Tenemos también otro festival que se llama ALDO VELAZQUES, en el cual
intervienen unos 2000 jóvenes, sólo del nivel secundario. (14 a 18 años). Otros
festivales como Las JORNADAS DE DERECHOS HUMANOS, Festival de poesía PLUMA
DE PLATA, Festival de pintura y escritura donde intervienen alrededor
de 500 a 1000 personas.”
”ALBOR anualmente capacita alrededor de 600 jóvenes y niños en
El Alto. Si sumamos todos por 20 años de existencia es realmente una gran
cantidad de educados, hemos llegado a una inmensa juventud y niñez.”
”ALBOR realiza presentaciones todo el año; casi todos los días
tenemos una presentación de teatro. Llegamos a todos los rincones del país,
Bolivia. Una muestra de nuestra producción es ”LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA
LATINA”, ésta va cumplir unos 10 años y 1000 presentaciones. Es una
producción teatral para todo público y rompiendo el teatro convencional”.
”No todo fue una taza de leche, especialmente también con el
público boliviano. Por que, uno tiene un concepto del arte, es visto monótomo,
anacrónico, existen élites que se han impuesto, una forma de declamar y hacer
teatro, que de pronto es homogenizado. Nosotros hemos roto este esquema, lo
hemos diversificado, y le hemos dado pluralidad a nuestro trabajo. Hoy ya somos
36 formas, de observar de diferente manera el mundo, desde Bolivia, la poesía
tiene también esos colores. Lo que hemos hecho es respetar el estilo, la
característica de cada niño, cada jóven, y a eso le hemos otorgado premios
insentivos que vienen hacer un insentivo para que ellos puedan continuar
cultivando el arte”.
”Nosotros hemos hecho un trabajo de obreros, por que hemos
ido puerta a puerta. El diálogo ha sido de joven a joven. Pero hemos sufrido el
rechazo por el adulto centrista hace 20 años de manera despectiva hacia
nosotros por que éramos un grupo muy juvenil. Con el tiempo y calidad en la
organización, insentivos que hemos otorgado; la profesionalización con la que
hemos encarado en el trabajo y nos hemos agarrado una experticia nos hemos ido
posicionando, cada año ha ido incrementando el interés por parte de los jóvenes
para querer hacer teatro. Más alla de hacer el arte por el arte es hacer un
arte comprometido, es decir con un compromiso social y eso es los que le
caracteriza al Centro ALBOR.” Realmente ALBOR ha sido un despertar en El Alto
y creo que miles y miles de niños encuentran en el arte una manera de expresar
sus sentimientos, sus ideas y sus inquietudes”.
”El avance de ALBOR creo que ha sido tripartita.
Ahí se ve a los profesores, los padres de familia, y los propios niños y
jóvenes. Sin la presencia, articulación y participación de estos tres componentes
o factores no hubiera hecho posible. Uno, que el papá, en su juventud, siempre
ha querido talvés hacer teatro, cantar, leer, componer una poesía y cuando de
niño no lo haces eso y muchas veces acá en El Alto, hay gente que trabaja en el
comercio informal o en funsión pública, no es feliz con lo que trabaja, es
decir, tiene complejos, porque no ha podido realizarse. Y cuando el papá, ya es
adulto, tiene hijos se dice, ya, que mi hijo que actue, que recite, que cante
ya que yo no he podido. Esa es una gran oportunidad para la niñez y nosotros lo
catalizamos y trabajamos juntos. Bolivia tiene mucha cultura, tanta diversidad
y nuestra cultura atrapa. Esas palabras que corrían de generación en generación
realmente es algo que te envuelve y te cautiva.”
José García, (26 años), miembro de Centro ALBOR, Trabaja
culturalmente ya 10 años. Nos cuenta su trayectoria. ”Yo entré por un festival
de poesía. Lo primero que me llamó la atención fue, que no importaba si era
nuevo, me recibieron como un hermano, como ya un miembro familiar. Me abrieron
los brazos. Ellos eran tan locos como yo, que les gustaba la poesía, les
gustaba leer. Mis profesores y mis padres me dijeron para que vas ha ir allí
(ALBOR) y me dije yo mismo, yo quiero, esto yo amo, y sé que voy a llegar
lejos, y no solo, sino, en familia literaria. La paciencia es una virtud y ya
pasaron 10 años y nuevamente estoy acá, en Suecia. Yo creo que valió cada
segundo, cada sábado que no fuí talvez a una fiesta con los amigos, cada
viernes, que en vez de estar en un cumpleaños, o un fiesta tomando, jugando,
visite, trabaje en ALBOR, leyendo, escribiendo, actuando, ensayando, yo creo
que valió la pena, y no perdí tiempo alguno.”
Lo más emotivo para mi fue cuando, terminamos una obra que
se llama: ”Mama COCA”, (en Bolivia), mi papá me dijo, ”felicidades”, A un
inicio mi papá se oponía a que participase del centro, yo solía escaparme,
mentía para salir y cuando se enteró de la presentación de la obra, al
finalizar, con lágrimas en los ojos me dio un fuerte abrazo y me dijo; ”hijo en
verdad, tú, amas esto, yo te apoyaré. Y ahí me respondí yo mismo, ”estoy
haciendo algo bien”, y vi que toda mi familia se encontraba viendo la obra, Me
sentí muy feliz y realizado. Nomalmente rara es la familia que va a ver teatro.
Aquí estoy, y ya no tengo que hacer el arte porque es arte sino un arte rebelde
y social. Ese fue la más grande alegría que viví.” Hoy voy trabajando en el
directorio y guiando a cientos de jóvenes nuevos.
También existe momentos dolorosos o dias donde uno se
desiluciona. Yo trato de disimular co nuna sonrisa. No por ser macho, no, sino,
si me pongo triste los demás que estan alrededor mio tambien pueden llorar. Una
semana antes que mi hermano falleciera, recibo una llamada telefónica y me
dijo: José, tu llevas mucho con esto, lo del teatro, tu amas el arte, me alegra
que estés ahí, pero parece que tan sólo eres un simple actor. Si tú, quieres
ser algo mas, entonces, empieza a liderar. Yo le respondí, que ya lo estaba
haciendo. Y me puse metas desde ese momento y era algo que mi hermano me lo
dijo, ”tienes que hacer ahora algo, con tu vida”, hoy realizo arte. A la semana
falleció mi hermano, muy doloroso. A un inicio no comprendí su mensaje, una
lección muy grande. Ahora ya lo entiendo. Yo tenía que esforzarme por mis
sueños. Willy que es el director de ALBOR me dió la oprtunidad de soñar. Acá me
tienes trabajando en el arte.
Una recomendación a todos los jóvenes: No se olvides de
soñar. En la vida, hay personas que trabajan materialmente, hay personas que dirigen,
pero también necesitamos de soñadores.
ALBOR: Una visita en los locales de ACSA/R19
Rosario Cárdenas se inicia en Centro ALBOR a sus 4
años. ”Yo solía acompañar a mi hermana a los talleres que ella tenía, de
poesía. En esos tiempos no se contaba con un local, asi que, se ensayaba en la
calle, en las plazas. Yo me inicié de esa forma. Realmente fue muy lindo y una
bella experiencia. De esa manera pude encontrar mi horizonte. ALBOR para mi es
un proyecto de vida que yo tengo. Gracias a esto se me han abierto muchas
puertas. El hecho de liderar grupos de jóvenes, formar gente de poder
involucrar a todos los jóvenes a este proceso que nosotros estamos llevando
adelante, como agrupación. Creo que en la vida no voy a morir anónima, sé que
por lo menos alguien se va acordar de mi y al fallecer estaré contenta por
haber aportado con un granito de arena a todo este proceso que tenemos en
Bolivia.”
”Como contaba que empecé a mis 4 años, ya de muy pequeña he
tenido que aprender a organizarme. Mi padre, que también era el mentor del
Centro ALBOR, Wilfredo Cárdenas, siempre nos decía:” si empizas algo, pues a
terminar” y si ”quieres hacer algo, debes ser responsable con eso y si
realmente amas lo que tú haces, pues, arma bien tus tiempos”. El ha querido vernos profesionales y creo que
lo estamos logrando pero no dejamos la pasión y el aporte que damos a la
sociedad boliviana y es muy importante.”
”Jóvenes de mi edad, 24 años, estan pensando en una burbuja
individual, no existen más personas que ellos, o están en telefonos celulares o
el facebook o wasapp, pero nosotros pensamos en los otros jóvenes que les gusta
el arte y buscan tener una oportunidad. Los organizamos y trabajamos con ellos
festivales culturales, poesía, teatro, declamación sin esperar renumeración
económica alguna. Es un trabajo de amor y cariño por que sabemos que con esto
estamos aportando y haciendo refleccionar a mucha juventud a muchas familias
acerca de lo que actualmente vive Bolivia, (el cambio), o incluso refrescando
la memoria histórica que se tiene. Si los jóvenes no tienen memoria histórica
tampoco van ha saber a donde van. Si uno no tiene cultura tampoco enterarse de
lo que ha pasado, atras, no sabe donde ir adelante, no tiene un camino ni
presedente alguno. Entonces lo que queremos hacer nosotros es un trabajo de la
recuperación histórica.”
”Ya son 20 años que estoy en ALBOR. Durante todo este tiempo
he podido conocer toda Bolivia, todas las provincias. Hemos estado en pueblitos
muy pequeños y al mismo tiempo en ciudades muy grandes; hotes como sencillas
escuelas, compartiendo con las familias. Esto es una gran experiencia, que
nadie te lo quita. Nosotros llevamos el mensaje de unidad. También hemos salido
a Latinoamérica y Europa. Nos encontramos muy contentos de estar acá en
Gotemburgo. Hoy fue un día muy satisfactorio para nosotros y seguro para todo
el público que a asistido y por supuesto haber vivido y rememorado la historia
nuestra. (Bolivia) Ellos no estan por que ellos querian muchos de ellos vivieron el exilio o
refugiados políticos; entonces es una cruda realidad que han vivido y es muy
emotivo, muchas veces cuando nosotros estamos interpretando toda esta historia
nos llega al corazón. Para realizar estas obras teníamos que leer demasiado, de
la Memoria histórica, para comprendes y hacer el análisis de cada personaje. Al
momento de actuar nos relacionamos muy bien con el público.
”El día más amargo de mi vida fue cuando mi papá falleció. Él
ha sido mi mentor en todo sentido. Ha sido la persona que más me ha apoyado en
todos los sueños que he tenido. Él ha creido en mi., y cuando alguien cree en
ti es el apoyo mas grande que tienes y recibes.
No dar dinero, a veces es efímero.”
”El día más feliz es el viaje que voy realizando junto a mis
compañeros de vida cultural. También cuando nos encontramos con nuevos jóvenes
que nos escuchan, que nos entienden y también ya cuando estamos acá y nos
encontramos con personas mayores que han vivido, (la obra) es una gran
satisfacción compartir y aprender también de ellos, de sus críticas. Mucha
gente se acercó llorando y agradecieron. Especialmente cuando cantamos el Jacha
Uru. Todo este tiempo de gira es un sueño que estoy cumpliendo. Me siento muy
feliz y agradecida por esta gran oportunidad de un encuentro cultural y
reforzar la Memoria Histórica. No es un sueño cualquiera, es encontrarse con
mucha gente que no sólo comparte el arte sino también la linia política y
construir el CAMBIO en nuestro país, Bolivia.
Leticia Huarachi soy una compañera del Centro ALBOR de El Alto.
”Huy!!! Yo creo que desde muy chiquitita sabia que tenía que a algún lado pero
no sabía, donde? Sentía que me faltaba algo. Después del colegio a la casa o
viceversa, era muy monótomo. De repente una amiga me dice… Vamos un rato a
ALBOR?… Yo ilucionada acepté… y desde el primer dia de haber visitado ALBOR…
!me quedé! Predecía que me iba a quedar, veí que todos eran locos, todos con
ideas muy diferentes a lo que yo creía también. Me gustó mucho y desde entonces
ha sido mi escuela de formación en el arte y desde luego realizarme como
persona.”
”Debo agregar también que, por parte de mi mamá, he tenido
mucho apoyo. Yo comencé con el teatro, pero, todos pensaron que tan sólo era un
hoby, mi padre se oponía, seguramente por cuidarme y ellos veían que primero
eran mis estudios, es lógico. Pero, y yo, como persona?... Hay cosas que se
pueden realizar paralelas. Mi madre, en este caso, fue mi cómplice. Muchas
veces ella me cubría, Ella sabía que estaba en ALBOR, cuando alguien preguntaba
por mi. En Bolivia te cuidan mucho, a veces por ser mujer te dicen; no puedes
estar hasta altas horas de la noche, o debes regresar inmediatamente a casa,
pero sin hacer nada?, era mi disyuntiva, entonces yo opté por ALBOR. Hoy ya
tengo un negocio, terminé mis estudios, pero sigo en ALBOR y los roles
cambiaron, hoy es mi papá quien m emotiva y vela por mi con otras perspectivas.
Mi padre esta por el proceso de cambio en Bolivia y apoya a Evo, y al ver de mi
trabajo cultural, el avance y la educación que pude recibir en ALBOR está de
acuerdo a que yo continue.”
”Ahora bien, debo de manifestar, la diferencia de la escuela
con el Centro ALBOR, es bastante abismal. La escuela es muy estructural, muy
patrialcal. Yo siento que he perdido tiempo en mi colegio, más por los amigos
que se conoce. ALBOR es una escuela popular, en el colegio aprendes materias,
pero en ALBOR, aprendez a humanisarte. Aprendes a no esperar que los cambios
pasen sino que puedes ser parte del cambio, que puedes aportar, que puedes
hablar, sueñas y te quita esas limitaciones estructurales, lo que te mete el
colegio convencional, ese colegio colonial, patrialcal, ALBOR lo destruye y
optas por lo humano. Te hace pensar más allá y que es posible el cambio real,
hay que luchar no conformarse. Definirte, qué eres?, Qué quires cambiar? y lo
mejor, es que nunca estás sola, trabaj en grupo. Existen herramientas para
poder cambiar las cosas. No es una locura soñar con eso”.
”Amigas mías de colegio pudieron estar en ALBOR, pero parece
que se sintieron intimidadas, pero ha sido suerte mía de continuar en éste
centro. Cuando eres adolecente piensas salir con tus amigos a divertirte, pero,
muchas veces renuncias a eso, e incluso rehuzas tener pareja y eso se refleja
en el pensar boliviano, prejuicios. Estar acá no es perder tiempo, acá hablas
de arte, de la vida, razonar. Acá se aprende a tener responsabilidad y
compromiso. Yo tengo 28 años y la mayoría de mis amigas ya tienen su propia
familia. Me pregunto: Si hubiera seguido la rutina juvenil, hubiera estudiado,
salido quizás profesional y trabajado y nada más. Hubiera sido feliz. Pero, como
he elegido otra opsión, estoy viviendo otras cosas quizás lo que otras personas
no lo pueden realizar. Cuando se enteraron que viajábamos a Europa ahí
reaccionaron. Es un lujo, hacer estos viajes, cuesta mucho sacrificio, pero,
vale la pena. He logrado construir un puente, una nueva oportunidad para los
que estan detrás mío. Estar acá es por los méritos que has hecho durante mucho
tiempo, se hizo una charla y una votación. Se eligió democráticamente quienes
iban a representar a ALBOR y ha Bolivia.”
”Yo creo, entre otras cosa, la rebeldía siempre está
presente en una mujer. Y como mujeres debemos ser mucho más rebeldes. Nosotras
debemos animarnos a realizar mucho más cosas. La diferencia de las mujeres
suecas con las bolivianas es abismal, pero nosotras tenemos algo estamos
concientes que existen muchas cosa que estan mal en Bolivia, desde el sistema
colonial, que aún persiste y el sistema patrialcal. Sabemos que debemos unirnos
y dejar de ser títeres y facil de manipular. Existen hoy líderes femeninas. Se
lucha por visibilizar mucho más a la mujer y ella ya forma parte en el proceso
de cambio. Sin la presencia de la mujer no hubiera podido el cambio, sin
Bartolina Sisa, u otras que luchan dia a dia para lograr objetivos de cambios
reales en nuestro país.”
Fausto Cárdenas, miembro de ALBOR, tengo 22 años. Yo me
inicié haciendo poesía, aproximadamente el 2000. Fue decisión también de mis
padres. La poesía que escribo es con contenido social de protesta, épica. Trato
de reflejar lo que la sociedad es. A los 15 años comencé como actor teatral.
Ahora me toca contagiar a muchos más jóvenes de El Alto, de Bolivia, de
suramérica y porque no del mundo. Es muy importante el tema social.”
”En Bolivia existen muchos teatros, para toda edad y círculo
social. Existen dos formas de hacer teatro en Bolivia, Una es la forma elitista
y eso también se percibe a nivel mundial. La otra forma de crear teatro, es la
cómica, para denigrar al indígena, denigrar a la mujer de pollera, para
denigrar a personas con otros rasgos de piel por ejemplo. Existe dos opciones y
en eso aparece o nace ALBOR como una nueva alternativa teatral, poética con
trabajo social que es muy importante porque ALBOR se rebela contra cualquier
pronóstico. ALBOR hace teatro social, con contenido de Memoria Colectiva y
rompe con el elitismo. Acoge ALBOR en su seno a jóvenes de diferente situación
económica, hijos de relocalizados, campesinos, comerciantes. Estos jóvenes son
los que muestran en el teatro su propia realidad y la realidad hitórica que
vivió nuestra Bolivia. Eso es lo más importante para mi de ALBOR. Ver el teatro
como una herramienta social. Y luego poder cambiar la sociedad.”
”Yo tenía aproximadamente 7 años cuando ocurrio lo del 2003
en el país y es importante recordarlo, yo era aún un niño. Estas cosas son muy
significativas. La historia de Bolivia tiene su antes y después del 2003. En
Bolivia pide que el indígena sea reconocido como el sujeto histórico, sea
reconocido como ciudadano de Bolivia. Él no era reconocido socialmente. Lo que
pasa que muchas élites en el país, se niegan, pretendiendo desconocer la
Asamblea Constituyente y la Nueva Constitución donde se recosnosca al indio.
Ahí comienza las revueltas sociales, entre ellos muchos jóvenes que golpean al
indígena, a discriminarlos y Bolivia muestra lo más racista que puede ser.
Perot an sólo es una pequeña parte y nosotros debemos luchar mucho más por el
cambio. Es muy importante dar a conocer a los jóvenes de donde vienen para
luego saber a donde van. Y ese es nuestro trabajo, concientizarnos todos.
Existe luces y sombras dentro de este proceso de cambio y es muy necesario ser
rectificadas a medida que se avanza. Esta victoria pertenece al pueblo y es el
peblo que debe hoy ejercer su papel autocrítico y seguir trabajando”
José H Romero
Liberación en Gotemburgo