“El
futuro no pasa por juntuchas, frentes únicos, bolsas de gato”
Fuerza Ciudadana no quiere
un Temer, ni un Macri, tampoco una MUD a la venezolana, dice Calla
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dDomingo,
19 de febrero de 2017
En medio de sus ajetreos y preparativos para
la movilización del 21 de febrero, el colectivo Fuerza Ciudadana presentó el
libro Volver a pensar. Diez voces en clave de futuro. Dos de sus
autores, los analistas Ilya Fortún y Ricardo Calla, se dieron tiempo, además,
para hablar con Página Siete sobre lo que vendrá para Bolivia después de Evo
Morales. La coincidencia es que nadie quiere volver al pasado, sino construir
un proyecto ciudadano alternativo.
¿Qué es Fuerza Ciudadana?
Ilya Fortún: Es un colectivo amplio y diverso, tal como es
la sociedad boliviana, orientado hacia la reflexión y generación de
ideas. Somos un grupo de activistas intelectuales políticos preocupados por el
deterioro democrático y sentimos que se están amenazando las libertades
individuales y democráticas, y que eso nos llama a asumir acciones colectivas.
¿Cuántos son?
IF: Somos una veintena o treintena de
personas. En el libro hemos participado 10, pero tenemos distintas tendencias.
¿Son un futuro partido político o qué?
IF: No, por supuesto que no, somos un
colectivo ciudadano. La representación política hoy no está reducida a los
partidos tradicionales, sino que se ha ampliado a la sociedad civil.
El Gobierno diría que todos ustedes son
antiguos políticos o que están financiados por los actuales opositores. ¿Es
verdad?
Ricardo Calla: En absoluto, no somos antiguos
políticos, somos políticos en ejercicio, somos políticos ciudadanos no
pertenecientes a partidos, no nos vamos a subordinar a las jefaturas de los
partidos tradicionales, tampoco pretendemos la creación de una organización
política partidaria, somos la expresión de una cosa muy diversa con un
propósito en común que es defender la democracia en nuestro país.
¿Cómo se han ido relacionando entendiendo que
tienen diferentes ideologías y que no hay una estructura partidaria...
RC: Fue una autoconvocatoria que fue
establecida por un par de los miembros. Ilya (Fortún) y Diego Ayo me
llamaron, llamamos a otros y finalmente se dijo "por qué no nos juntamos y
empezamos a charlar. ¿Qué hacemos con esta situación tan delicada que vive el
país?”.
¿Y cómo les va en las calles? Porque la última
protesta Anti-Dakar no ha sido muy visible
IF: Nosotros no hemos participado en esa
actividad, la última actividad nuestra fue las acciones que tuvimos con baldes
vacíos de agua con 8.000 personas en San Miguel y cuatro ministros
acusándonos al día siguiente de haber sido los causantes de la psicosis
colectiva.
¿Y reciben algún tipo de financiamiento
partidario?
IF: Por supuesto que no, no hay ni relación
ni subordinación, menos aún financiamiento, somos una fuerza ciudadana.
Y, ¿están preparando algo para el 21 de
febrero?
IF: Sí, claro que sí, eso sí tiene mucho que
ver con nosotros.
RC: Tras los congresos del MAS para llevar
adelante la repostulación de Evo Morales a la Presidencia, se vio que era
necesario apuntar a tener manifestaciones el 21 de febrero. Creo que fue un
reflejo espontáneo y natural de todos los colectivos de decir ha sido una fecha
en la cual por tercera vez los ciudadanos le habíamos ganado a Evo Morales: la
primera fue en las elecciones judiciales, la segunda los estatutos autonómicos
y la tercera fue el 21 de febrero.
No temen una confrontación porque el MAS tiene
tradición de calle y porque han dicho que van a salir con todas sus bases.
IF: No tememos nada, yo creo que los que
temen son ellos, nosotros no tememos nada porque estamos absolutamente
persuadidos de que ésta va a ser una fiesta pacífica de festejo y que no
va a haber ningún tipo de provocación, y que si ellos osan provocarnos o agredirnos,
estarán demostrando que éste es un Gobierno que se cae a pedazos, que está
podrido y no creo que lo hagan. El Gobierno amenaza para meternos miedo, para
que la gente no vaya, pero no tenemos ningún miedo, al contrario, ellos sí,
tienen muchísimo miedo.
¿Qué creen que surja o resulte de esta
manifestación?
RC: Esperamos que se plantee en las calles el
tópico específico de la defensa del voto del 21 de febrero, no hemos pensado en
lo que pueda venir después.
IF: No es un cabildo, no es una asamblea, es
básicamente una movilización que terminará con una pequeña proclama donde no
habrá ni discursos ni líderes, el protagonista es y será la gente.
RC: No creemos que en algunos casos pueda
haber ni asomo de confrontación. Si vienen a agredirnos, tendremos que
sentarnos y aceptar cualquier golpe que se nos propine.
IF: Eso haremos, sentarnos y tomarnos de las
manos.
¿Por qué han decidido hacer este libro
"en clave de futuro”?
RC: Se planteó ¿qué tal si empezamos a
imaginar lo que puede ser el post-evismo, lo que puede ser el país hacia
adelante. Dejemos de preocuparnos sólo del pasado y empecemos a pensar
"en clave del futuro”.
IF: Hoy la preocupación parece estar demasiado
centrada en términos de futuro en el "quién” y en él "cómo”, a nosotros
nos preocupa y nos ocupa el "qué”, a partir de los lineamientos de lo que
puede ser un nuevo proyecto del país. ¿Qué alternativa de país, que proyecto de
país hay después de Evo Morales?
¿Cuáles son estas propuestas alternativas?
Porque el Gobierno claramente tiene una agenda 2025 y ¿ustedes qué ofrecen?
IF: El tema es que es un libro diverso, pero
que tiene muchas cosas en común, entre ellas un rol de lo ciudadano y de lo
social, una reconstitución de lo social a partir de una nueva mirada de representaciones
políticas, en el campo del medio ambiente, hay también visiones muy claras en
el libro en términos también de control social.
¿Una de las claves podría ser "más
continuidades que rupturas”?, ¿no es una mirada desde la contrarrevolución más
que desde lo que falta por hacer? ¿Cuál es el enfoque global de esta mirada del
post evismo?
RC: El tema en común es el siguiente: nadie
quiere volver al pasado, ni nadie piensa que la época neoliberal tenga que ser
lo que deba retornar. Más bien veo que hay una confluencia de los distintos
autores en una propuesta de ir hacia el futuro, recuperando todo lo que
positivamente hemos hecho los bolivianos por la democracia, por la economía,
por la igualdad, por la justicia, por los derechos indígenas a lo largo de las
últimas cuatro décadas; en el libro se plantea muy claramente, por parte de
varios autores, la necesidad de profundizar los procesos de
nacionalización de hidrocarburos, la defensa de los derechos
indígenas, se cuestiona muy acremente el abandono y la traición por parte del
MAS de la lucha por los derechos indígenas que se ha visto, por ejemplo, en el
Tipnis.
IF: Y el reconocimiento de la Constitución del
2009 como un eje orientador de lo que debe ser, lo que realmente dice la
Constitución, no lo que hizo el MAS.
RC: Si hay algo en común es una propuesta
hacia el futuro que no quiere echar por la borda todo lo que hemos creído los
bolivianos que debe hacerse en temas de justicia social y otros.
IF: Otro de los ejes que cruza transversalmente
todos los textos es pensar seriamente en un modelo realmente alternativo de
desarrollo que pueda salir de la condena extractivista del Gobierno, pero
reafirmando que no somos políticos intelectuales dispuestos a hacer política
con los ojos en la nuca, esto no es un reflujo reaccionario, ni restaurador
ni nostálgico como pasado, sino todo lo contrario.
Si no hay una total ruptura ¿no podía ser el
propio MAS reconducido, un MAS replanteado, el que pueda liderar este
nuevo proceso?
RC: Creemos que no, porque el grado de
penetración de la corrupción y de los apetitos más crudos de poder dentro de
las estructuras de mando de este partido es demasiado profundo.
Sin embargo, el MAS no piensa irse sin dar
pelea. ¿Ustedes han explorado los escenarios de transición que vienen?
RC: Ningún "fin de historia” es sencillo,
por supuesto que el final de una época histórica puede ser muy complicado. El
MAS es un factor de estabilidad, como diría Choquehuanca, pero además es un
factor de desgobierno; esa peculiaridad hace de este Gobierno una circunstancia
muy peligrosa porque propende a la confrontación. En cambio nosotros debemos
aprender a ser oposición sin tumulto, inclusive cambiando los estilos de
las movilizaciones callejeras.
IF: Lo que pasa es que el Gobierno funciona
muy bien con los antagonismos que siempre se ha ocupado de generar y de
exacerbar en los ciudadanos.
¿Quién es ese ciudadano al que ustedes hablan
y al que representan?
RC: Nosotros creemos que hacemos parte de una
ciudadanía democrática en permanente proceso de construcción y, por supuesto,
no somos ingenuos, creemos que, y esto es lo grave de este gobierno del MAS,
hay un intento de construcción de una ciudadanía autoritaria y entonces esto es
absolutamente clave. La violencia con la que puede responder y ha
respondido el Gobierno no va a ser contestada por nosotros desde la
confrontación y desde la violencia. Planteamos una lucha de ideas.
Ustedes dicen que son ciudadanos, que no
tienen financiamiento partidario ¿Podrían pedirles públicamente a los viejos
políticos que se jubilen y decirles que están perjudicando el proyecto
ciudadano?
RC: En algunos casos yo no vería necesario
pedirles que se jubilen, yo más bien plantearía que dejen de tener un afán de
protagonismo principal y ponerse en la primera fila de los liderazgos porque
creo que cada uno, inclusive gente de 98 años, tienen todo el derecho de
participar y hacer política, creo que en política no hay jubilación, lo que si
hay que pedirles a los diferentes dirigentes y líderes es que abandonen sus
apetitos personales, que no se pongan en la primera línea de las candidaturas y
es necesario que todos ellos contribuyan a la generación de un muy masivo y
fuerte movimiento de oposición política al actual Gobierno.
IF: Hay varios autores que les piden que den
un paso al costado, que se jubilen, hay posiciones más matizadas, pero lo que
sí le exigimos al liderazgo de los partidos tradicionales es que refresquen su
lectura, es comprensión de lo que ha pasado en la política en este país en los
últimos 15 años, a partir de eso se van a dar cuenta que el proyecto de futuro
no pasa por frentes únicos, no pasa por juntuchas, no pasa por bolsas de gato,
pasa por un nuevo proyecto donde lo ciudadano va a tener un rol
fundamental.
Ustedes dicen que están buscando el "que”
y uno se pregunta por el "para qué” o "para quién”, porque ya hemos
visto las primaveras árabes que han sido realmente movimientos ciudadanos, pero
han derivado a veces en peores fracasos por la falta de liderazgos.
RC: Una cosa está clara, no queremos en
Bolivia una experiencia que reposicione o posicione a un Macri o a un Temer y
lo decimos abiertamente.
IF: Tampoco es un escenario para una MUD a la
venezolana, tampoco es el escenario, como siempre son propuestas muy nuestras
las que tienen que salir.
RC: Y por el otro lado creemos que esto que
estamos diciendo tiene enraizamiento fuerte en Bolivia, Bolivia no es
Argentina, Bolivia no es el Brasil, Bolivia ha sido uno de los países más
progresistas, tenemos que impedir que se vuelva a renovar ese péndulo de ir
hacia adelante e ir hacia atrás, ese es el desafío.
IF: Ese es el desafío, no hacer política con
los ojos en la nuca sino con los ojos hacia adelante.
Apostar por la protesta callejera y el
pacifismo
El colectivo Fuerza Ciudadana y otros de la
misma naturaleza se han articulado en las últimas semanas para participar de
una concentración en la plaza San Francisco de La Paz el 21 de febrero a las
siete de la noche, con la intención de celebrar el triunfo del No al intento de
Evo Morales de postular a un cuarto mandato.
Colectivos como éstos han empezado a tomar
forma, precisamente, a raíz de la campaña por el No hace un año, exactamente.
Luego tuvieron un rol activo en las protestas por la crisis del agua y este
martes pretenden repetir la fórmula.
Sin embargo, tanto Ilya Fortún como Ricardo
Calla dicen que estas manifestaciones tienen la característica de ser
pacíficas. Incluso recuerdan que en las protestas por el agua había gente
que quería bloquear o quemar muñecos de ministros, lo que, según dicen, ellos
lo impidieron.
Ambos enfatizan en ese rasgo porque saben que
el mismo 21 de febrero el MAS sacará a sus bases para denunciar "la
mentira” que le hizo perder el referéndum a Morales, en alusión al caso de
Gabriela Zapata.
Para esta ocasión, según dicen estos
activistas, ya lograron la adhesión de sectores de El Alto e incluso de las
provincias, por lo que consideran que la concentración tendrá un cariz popular
y no únicamente de la clase media.
Fuente: Pagina Siete / Domingo 19 de febrero 2017.
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